La experimentación escolar permite aumentar el interés de los estudiantes, el
conocimiento de conceptos y procedimientos científicos, así como la adquisición
de nuevas competencias que les permitirán alcanzar nuevos conocimientos. En
este sentido, la experimentación debe ser entendida como una herramienta
metodológica que permite mejorar el aprendizaje científico escolar.
Desde esta perspectiva, lo importante es diseñar actividades de experimentación
que permitan promover la expresión de las propias ideas de los estudiantes sobre
un determinado fenómeno y el planteamiento de preguntas significativas que
faciliten el aprendizaje y la construcción del conocimiento científico.
Los experimentos son un
método para verificar empíricamente una hipótesis causal, en base a esa
hipótesis, se diseña el experimento, de forma que nuestro objeto de estudio
tenga la posibilidad de comportarse de acuerdo a nuestra hipótesis o no, el
experimento está sólidamente anclado en la teoría existente y es posible sólo cuando ya conocemos nuestro
objeto de estudio bastante bien desde el comienzo y solo queremos depurar
nuestro conocimiento, a fin de consolidar
en nuestra memoria a largo plazo conceptos significativos.
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